En marzo de 2022 la asociación se hace cargo de 3 familias en nuestra ciudad Don Benito. Estas 3 familias formadas por 19 personas: una abuela con dos hijas y siete nietos, una madre con cinco hijas y una madre con dos hijos.

El objetivo es que estas familias no vivan como familias en riesgo de exclusión social por las circunstancias de su situación como refugiados, se comienza un proceso para favorecer la integración de estas familias en la localidad. Desde el idioma, pilar fundamental para la comunicación, y la búsqueda de trabajo para que las madres se inserten laboralmente, y puedan tener una vida “normal” con la intervención de la asociación.

La base de la asociación es ayudar. Para llevar a cabo este proyecto, ha sido necesaria la contratación de dos monitoras ucranianas a las que también se ayuda a través de estos puestos de trabajo.

Contratación de dos monitores de origen ucraniano residentes en Don Benito para impartir clases de español para las familias ucranianas refugiadas:

Los meses de abril, mayo y junio de lunes a jueves:

• 1,5 horas de clases de español orientada al curso escolar para adolescentes
• 1,5 horas de clases de español para las madres orientada a la comunicación en el trabajo

Los meses de julio y agosto de lunes a viernes:

• Clases de español en el campamento para los adolescentes para preparar el nuevo curso escolar.
• Clases particulares para las madres orientadas a la comunicación en el trabajo de forma flexible adaptándonos a los turnos de trabajo.

Los meses de septiembre a diciembre:

• Clases particulares de español durante 1.5 horas, dos días a la semana, en coordinación con el apoyo recibido en el instituto.

Los meses de julio y agosto los niños y adolescentes han asistido a los campamentos de verano. La asociación ha contratado a una monitora de origen ucraniano que ha hecho de traductora en estos campamentos y ha impartido clases de español.

Los meses de julio y agosto los niños y adolescentes han asistido a los campamentos de verano. La asociación ha contratado a una monitora de origen ucraniano que ha hecho de traductora en estos campamentos y ha impartido clases de español.

Algunos de los miembros de las familias han recibido atención psicológica a través de una psicóloga voluntaria con ayuda de la monitora traductora. Hemos acompañado a las familias en este proceso y hemos trabajado con la psicóloga para hacer frente a los problemas.

Desde la asociación se han asumido los gastos de alquiler de las viviendas, acondicionamiento de las viviendas, suministros, alimentación e higiene, telefonía, internet, ropa, material escolar, transporte, excursiones y actividades.

Las madres de las familias han sido contratadas en una central hortofrutícola los meses de mayo, junio, julio y agosto a través de la asociación, que se ha hecho cargo del transporte al centro de trabajo y traducción.